Cuando era un niño a la familia de David le costaba mucho mantenerlo ocupado. ¡Tenía mucha energía! Su tía fue quien despertó su interés por la pintura, descubrió que David podía pasarse horas mirando los dibujos que ella hacía. Desde esas primeras experiencias con la pintura ha llegado a dominar técnicas de dibujo con lápices en blanco y negro y colores, además de la pintura con acuarelas. David se define como un obseso del trabajo de Sandro Botticelli y Gustav Klimt. "The Birth of Venus" de Botticelli es su obra favorita: "No creo que sea capaz de describir los sentimientos que tengo hacia este cuadro. Me encanta su historia, sus colores, su ejecución. Todo sobre esta obra y más aún." David encuentra inspiración en todo lo que le rodea -música, naturaleza, libélulas, incluso en la inteligencia artificial. Le fascinan cosas que no significan nada para el resto del mundo y las incorpora en su arte de las formas más cautivadoras.